Criterios de composición del teatro de los Meininger 2

Se habla mucho de la influencia que en su tiempo ejerciera el teatro de Meiningen sobre Stanislavsky, sobre todo la seriedad y profundidad con que se trabajaba y la revelación de la esencia espiritual de las obras. Lo que para los Meiningen era el fin en sí mismo, para Stanislavsky era solo el medio. Más tarde Stanislavsky asume una posición crítica con respecto a los Meininger; señalaba la falta de apoyo del régisseur hacia al actor. Stanislavsky decía: “Esos régisseurs de tipo nuevo se han convertido en meros escenificadores que, a su vez, han transformado a los artistas, a la par de muebles, en cosas de utilería o perchas para la indumentaria, o en peones ajedrecísticos para moverlos sobre el tablero de sus mise en scène1

Esta observación traza la línea fundamental a lo largo de la cual ejercía la influencia de los Meininger, no solo sobre el teatro ruso, sino también sobre el de otros países. Si bien es cierto que antes de los Meininger la posición en la historia teatral estaba ocupada por el desarrollo del arte histriónico, después de las giras realizadas, el centro de gravedad se trasladó al cambio de sistemas del régisseur.

El actor dejaba de ser el centro pues debía someterse al régisseur, y este, según sus puntos de vista, variaba no solo la interpretación, sino a veces hasta el texto de la obra. Es de esperar que la fórmula “el teatro es el régisseur”, no expresada verbalmente pero sí afirmada de hecho por los actores de Meiningen, debió de conducir al desarrollo del formalismo en la escena, lo que se puso de manifiesto especialmente en Alemania.

Meiningen puso en evidencia el valor positivo del régisseur, en su calidad de organizador del espectáculo. Creo que esta compañía representa un punto de inflexión en el teatro. No es casualidad tampoco que dentro del concepto de Regietheater (teatro de director), Alemania es el país precursor.

En este concepto, el director es el encargado de crear una unidad de contenido, e impulsará al equipo creativo a trabajar bajo su batuta, para que todo el espectáculo tenga también una unidad estética.

1ConstantinStanislavsky,“Mividaenelarte”,citadoporG.N.BoiadzhievyA.Dzhievelegov, “Historia del teatro europeo”, Ediciones Mar Océano, tomo 5, Buenos Aires 1963 página 203

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